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EPOC

¿Qué es?

La enfermedad pulmonar obstructiva crónica, conocida con las siglas EPOC, consiste en la obstrucción persistente de las vías respiratorias.

“Esta enfermedad de los bronquios está producida por la exposición a humo de tabaco principalmente y ocasiona una pérdida de la función pulmonar acelerada”, explica Bernardino Alcázar, neumólogo en el Hospital de Alta Resolución de Loja (Granada) y miembro de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ), quien señala que en España afecta al 10,2 por ciento de la población adulta española mayor de 40 años. “Principalmente se da en personas expuestas al humo del tabaco, ya sea de forma activa o pasiva”.

La EPOC puede aparecer en forma de dos trastornos diferentes: el enfisema y la bronquitis crónica.

• El enfisema consiste en un ensanchamiento de los alvéolos (pequeños sacos de aire de los pulmones) y la destrucción de sus paredes.
• La bronquitis crónica se manifiesta en forma de tos crónica persistente, que produce esputo y que no se debe a una causa clínica perceptible, como el cáncer de pulmón, sino que las glándulas bronquiales se dilatan, provocando una secreción excesiva de mucosidad.

Ambas enfermedades van muy ligadas y suelen presentarse simultáneamente, o bien una acaba provocando la otra. Este es el motivo de que enfisema y bronquitis crónica se agrupen bajo la denominación enfermedad pulmonar obstructiva crónica, de la que podrían considerarse como dos formas de presentación distintas. Generalmente los racimos de alvéolos conectados a las pequeñas vías aéreas (bronquiolos) tienen una estructura relativamente rígida y mantienen abiertas esas vías.

En el caso de enfisema, las paredes alveolares están destruidas y los bronquiolos pierden su apoyo estructural y se colapsan al respirar. En el enfisema, la reducción del flujo de aire es permanente. En la bronquitis crónica, contribuyen a la obstrucción del flujo de aire la inflamación de las pequeñas vías aéreas, la cicatrización de sus paredes, la hinchazón de su revestimiento, la mucosidad y el espasmo del músculo liso.

Así, en esta enfermedad la obstrucción del flujo de aire es parcialmente reversible si se usan fármacos broncodilatadores. Los afectados por la enfermedad pulmonar obstructiva crónica están más expuestos al riesgo de desarrollar un cáncer de pulmón que cualquier otra persona. También puede influir en el desarrollo de problemas cardiacos.

Causas

La EPOC es la más común de las enfermedades crónicas de pulmón en todo el mundo. Millones de personas padecen EPOC, que es la segunda causa de incapacitación laboral después de las enfermedades cardiacas.

Los principales afectados por la enfermedad son las personas expuestas a los dos factores externos que contribuyen en mayor medida a su desarrollo: fumar y trabajar en ambientes contaminados. Por eso la enfermedad incide especialmente entre los mineros de carbón, los que trabajan con cereales, en la metalurgia y otros trabajadores expuestos al polvo.

La enfermedad es más frecuente entre los hombres que entre las mujeres y tiene mayor mortalidad entre los varones. La mortalidad entre las personas que padecen la enfermedad es también mayor en pacientes de raza blanca y obrera, que entre los trabajadores administrativos.

La EPOC también aparece muy frecuentemente en algunas familias, hecho que hace pensa que podría existir una tendencia hereditaria.

Fumar

La causa más importante de la EPOC es, sin duda alguna, el tabaco. Con el paso de los años, la función pulmonar se pierde más rápidamente entre los fumadores. Un dato relevante es que entre el 10 por ciento y el 15 por ciento de las personas que fuman desarrollan la enfermedad. Los fumadores de cigarrillos son los que más posibilidades tienen de contraerla, seguidas de los fumadores de pipa y cigarros.

Dado que el riesgo que entraña el tabaco es muy grande, la mejor manera de prevenir la enfermedad es no fumar. También se ha demostrado que los hijos de padres fumadores padecen muchas más enfermedades respiratorias que los de padres no fumadores; estos niños se convierten en fumadores pasivos y están predispuestos a padecer bronquitis crónica de adultos.

Tratamientos

El tratamiento debe ir enfocado en primer lugar a que el paciente abandone el tabaco. “Una vez que lo ha hecho utilizamos los broncodilatadores para mejorar los síntomas de los pacientes y los fármacos antiinflamatorios para disminuir el número de crisis”, explica Alcázar. “Como medidas generales no farmacológicas recomendamos la práctica de ejercicio físico de forma habitual y las vacunaciones”.

En líneas generales las recomendaciones que deben seguir los pacientes son:

• Dejar de fumar. Abandonar el tabaco es útil en cualquier fase de la enfermedad.
• Tratar de evitar la exposición a partículas irritantes en el aire.
• La EPOC puede empeorar si la persona tiene gripe o neumonía. Por eso quienes padecen esta enfermedad deben vacunarse contra la gripe cada año, además de recibir una vacuna antineumónica cada seis.
• Usar broncodilatadores para reducir el espasmo muscular. La inflamación en las vías aéreas puede disminuir mediante el uso de corticosteroides, pero sólo un 20 por ciento de pacientes responden a ellos.
• Para expulsar las secreciones no hay ninguna terapia válida, pero evitar la deshidratación bebiendo suficiente líquido puede prevenir las secreciones espesas y ayuda a mantener la orina clara.
• La administración de oxígeno ayuda a disminuir el ahogo que sienten los enfermos cuando realizan actividades diarias. A largo plazo, además, prolonga la vida de las personas que padecen esta enfermedad con una concentración de oxígeno en la sangre extremadamente baja; el oxígeno reduce el exceso de los glóbulos rojos, mejora la función mental y reduce la insuficiencia cardiaca.
• En pacientes con un déficit grave de la proteína alfa1-antitripsina se puede sustituir la proteína que falta mediante infusiones intravenosas semanales.
• En personas con enfisema grave se puede hacer una cirugía conocida como reducción del volumen pulmonar. Esta opción sólo es viable en las primeras etapas de la enfermedad. En esta cirugía se extirpan las partes más afectadas del pulmón para permitir que éste y los músculos respiratorios restantes funcionen mejor.
• En casos extremos se puede llegar a transplantar el pulmón. Esta opción sólo se lleva a cabo con determinados pacientes menores de 50 años.
• Hacer ejercicio, ya sea en casa o mientras se está ingresado en el hospital.